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Iglesia Parroquial de Santo Domingo de Guzmán

Su construcción pertenece a dos órdenes arquitectónicos: el primitivo ojival, ya muy reformado, y otro barroco que invadió toda la Iglesia. Se ignora la fecha de su construcción, pero, si admitimos la teoría de Fray Pedro Mariscal de San Antonio, hay que suponer que fue edificada a finales del siglo XV o primeros del XVI. Lo cierto es que en 1.559 Hernán Ruiz (que fue Maestro Mayor de la Catedral de Sevilla) firmó un contrato para sacar "los cuatro pilares viejos y la piedra de los movimientos de los arcos, con guijas, cal y arena". Las actuales cuatro columnas del templo no son las que se comprometió a hacer Hernán Ruiz, pues en el s. XVII se hizo una gran obra. La existencia de los pilares con anterioridad a la firma del contrato por Hernán Ruiz y las disposiciones testamentarias de algunas personas para ser enterradas en la Iglesia de Santo Domingo, con fecha anterior a dicho compromiso, es lo que nos hace datar este edificio entre los ss. XV y XVI.

Posee planta rectangular con crucero y tres naves. La fachada es muy simple, dividida en dos por un frontón. Su cuerpo inferior carece de ornamentación; sólo el vano de la puerta rompe esta sencilla monotonía. El cuerpo superior, triangular, neoclásico, adornado con cuatro columnas adosadas, sobre las que se apoya un frontón pequeño triangular, en cuyo tímpano existe un azulejo del titular de la misma, Santo Domingo de Guzmán. Adosada a la fachada, se encuentra la torre del campanario, de 31 metros de altura, construida en 1.792.

La pieza más valiosa de esta iglesia, arqueológicamente hablando, es la piedra o ara que se haya en su fachada, empotrada a la derecha de la puerta principal:

HIC. RELIQVIAE. SACORV.
MATRIUM. ID. SC. TOME.
SC. DIONISI. SACORVM. COSME.
ET. DAMIANI. SC. AFRE.
SC. SEBASTIANI. SC. SABAE.

Según Rodrigo Caro "le falta algo del principio, y todo lo que se puede leer allí dice cómo allí estaban las reliquias de los santos mártires Sto. Tomé, San Dionisio, San Cosme y San Daniel, Sta. Afra, San Sebastián, San Sabas".

En el interior podemos destacar el retablo del Altar Mayor, de estilo Barroco, compuesto de tres calles con hornacinas, separadas con columnas salomónicas. Las hornacinas de las calles laterales se hallan ocupadas por esculturas que representan a los cuatro evangelistas y a los obispos San Isidoro y San Leandro de Sevilla. En la calle central, una de las hornacinas la ocupa una escultura barroca que representa la Inmaculada; sobre ella una imagen de Sto. Domingo y en la parte inferior una talla de madera del s. XVII que representa el niño Jesús y está atribuido a La Roldana.

La Capilla del Sagrario, donde se venera una preciosa imagen de Ntra. Sra. del Rosario con el Niño Dios dormido en brazos, tiene una media naranja con mucho arte ejecutada, de calados y florones de yeso. En cuanto a la imagen, no se conoce el nombre del escultor que la hizo, pero debió ser un buen maestro, pues de lo contrario no habría conseguido la gran belleza y palidez que tiene esta imagen. No sucede lo mismo con el patrón, San Laureano, que está bien documentado su patronazgo: fue elegido patrón por elección popular, si bien no fue solemnemente confirmado hasta el 19 de septiembre de 1.888 por León XIII.

Horarios:

  • 10:00 - 14:00
  • 18:00 - 21:00
  • *Domingo solo por la mañana.